jueves, 15 de enero de 2009

Mi vida entre Ana y Mia


Era una chica de 13 años normal, acababa de entrar a la secundaria, una chica de 1.60 mts y 88 Kg, si, gorda, pero no acomplejada. Me preocupaba más que mi apariencia, mi salud. Un día, dos chicas muy lindas se acercaron a mí:

-Yo soy Ana y ella Mía- dijo una de ellas.

Hablamos por un tiempo, Ana hablaba más que Mía. Sentí más simpatía por ella y después de un tiempo de charlar, Mía dijo:

-Nosotras te podemos ayudar a llegar a la verdadera perfección.

-Mi mamá dice que solo Dios es perfecto. Aparte yo soy buena estudiante, buena hija, buena persona. Soy casi perfecta ¿Qué falta?- dije un poco asustada

-No, tú no entiendes. La perfección es espiritual, mental y FISICA.- Contestó Ana

-Bueno, en lo espiritual: voy a misa, hago el bien, ayudo a las personas, etc.; mental: pues no estoy loca, es más, soy inteligente; y física pues gracias a Dios estoy completa.

- Cuando hablamos de perfección no nos referimos a eso. ¿Nos ves? ¿Podrías decirnos algún defecto nuestro? No, somos perfectas. Nosotras sabemos la forma para que dejes de ser la burla de todos, para que seas reconocida como las modelos, para que todos hablen de tu perfección total. Para que seas una triunfadora en la vida, para que todos y todas te vean y sepan que eres el éxito.- Ana añadió.

-Bueno, ¿y qué tengo que hacer?- dije finalmente.

-Pues a pesar de que Ana y yo somos muy buenas amigas, tenemos métodos diferentes para llegar al resultado. Así que tienes que decidir cuál de las dos va a ser tu consejera.

Sentí más simpatía por Ana, por lo que la elegí a ella.

Al siguiente día apenas me levanté oí:

-Hoy no desayunaras.

-¿Qué? Acostumbro desayunar, tomar el lunch, comer y cenar. Me va a dar hambre.

-¡Te la aguantas!- Grito muy enojada Ana

- Mi mamá no me va a dejar, siempre me hace desayunar.

-Dile que te duele el estomago, que se te hizo tarde, que no tienes hambre, que estas enferma…-
Dio como 40 opciones, elegí la primera y use una distinta cada dia hasta que mi mamá ya no me insistió para desayunar.

-¡Tengo hambre!- Le repetía toda la mañana.

-El hambre es para las personas débiles. Tú tienes voluntad y fuerza. Si tienes hambre, cuenta hasta mil, verás que tu mente es más fuerte. Y si no, calma tu ansiedad con chicles.

Al cabo de cómo 3 meses, ya no me daba hambre y gastaba mucho en chicles, pero tampoco había bajado de peso. Casi ya no veía a Ana y yo tampoco la buscaba, por lo que solo no desayune por el próximo año.

Con el tiempo ella regresó y se volvía mas ruda conmigo, me decía que estaba fea y gorda, que nadie como yo podría triunfar. Cuando me convenció de esto me pidió que no tomara el lunch. Mis amigas me preguntaban porque ya no comía y Ana (detrás de mí) siempre me dio un buen pretexto para darles, siempre me los creyeron y terminaron por ya no insistir.

Estaba creciendo y ya tenía 14. Mi novio me engañó con una compañera, no lo quería y no me importaba mucho, pero Ana me decía que a las gordas como yo siempre les pasaba eso. Y si, a mis compañeras “delgadas” todos las buscaban, Ana decía que era porque el amor (de cualquier tipo) era inversamente proporcional al peso, por eso nadie me quería. También comencé a ir a fiestas donde acostumbrábamos bailar, platicar, jugar botella, tomar tequila y fumar.

Ana siempre estaba junto a mi, hasta en las fiestas y me decía que todo eso estaba bien:

-¡Toma! Cuando tomas no te da hambre, te la pasas super bien, eres extrovertida, etc.

Fue una etapa muy loca en mi vida. Estaba ebria 1 o 2 días a la semana, fumaba 3 o 4 cigarros al día, no tuve novio por 2 años, sin embargo besé a todos mis compañeros de clase, no hacia tarea y acostumbraba salir de mi casa a las 6:30 am y regresar a las 9 o 10 pm, Ana decía que todo iba muy bien. Así acabé la secundaria con 8 kg menos.

Entré al bachillerato a los 15. Igual, no desayunaba y no tomaba lunch, pero mis compañeros no tomaban alcohol, lo que me hizo que me aplacara. Fue entonces cuando todas las mañanas me sentía mal: nauseas, mareos, dolores de cabeza, ardor en el estomago y me llevaron al doctor: el esfínter en el estomago llamado píloro no me funcionaba, por lo que los ácidos subían y bajaban por mi esófago. La solución era una operación con la cual se enredaba el estomago alrededor del esófago para que cumplirá la función del píloro. Me urgía la operación, pues con esto mi estomago iba a reducir su tamaño. Ana me felicitó saliendo del quirófano.

-Esto va a ser mucho más sencillo ahora que tienes tu estomago más pequeño. Esta es la mejor noticia que te pueden dar.

Si, ya no me daba tanta hambre y comencé bajar de peso. Había llegado a los 75 Kg a mis 16. Poco a poco inicié mi vida normal de nuevo y ya no baje. Fue ahí cuando Ana se puso peor.

-¿Eres estúpida o que?

-¿Qué pasa, Ana?

-Estas comiendo mucho. Y yo no puedo perder el tiempo con alguien como tú.

-Perdón, Ana, comeré menos.

-Sí, ahora vas a comer una vez al día.

-Sí, yo se que lo haces por mi bien.

Para que no me diera hambre estaba mucho tiempo en la escuela, me quedaba a hacerles compañía a mis amigos hasta 5 hrs después de que habíamos salido de clases y Ana me ayudaba a decir más mentiras para no comer. Un día decidí comer con mis amigos una torta en la escuela.

-Si vieras lo mal que te ves comiendo. Das pena, pareces un cerdo, y te tengo malas noticias: esa estúpida torta acaba de echar a perder tu última semana. A partir de ahora comerás entre 800 y 1000 kcal.

Las desglosé asi:
Pasta cocida: 368 kcal
Pollo: 85 kcal
Manzana: 52 kcal
Plátano: 90 kcal
Pan integral: 239 kcal
Calabaza: 24 kcal
Zanahoria: 42 kcal
Calorías totales: 900 kcal

Tanto amigos como familia me invitaban a fiestas, las cuales a mi me encantaban. Pero el problema era cuando me invitaban a comer, eso era algo viejo para mí: inventar pretextos, pero ya nadie me los creía, me querían obligar a comer o se ofendían por qué no lo hacía. Todos me veían raro porque mientras otros comían yo me concentraba para aguantar el hambre. Pronto deje las fiestas tanto de familia, como de amigos, me sentía incomoda en ellas. Así, todos los viernes me quedaba en mi cama llorando por no estar con mis amigos, sintiéndome mal e infeliz.
Así fue mi vida por 2 años. No he vuelto a probar un pastel, una pizza, un huevo… muchas cosas porque tienen demasiadas calorías. Ni siquiera he vuelto a tomar leche, porque sus 68 kcal prefiero comerlas que tomarlas. Ahora me falta calcio, me duelen las articulaciones y me truenan casi cada que me muevo. Así fue como a los 18 ya pesaba 60 Kg, casi 30 kg menos que hacía 5 años y 15 Kg menos que hacia 2 años.

Así pasó todo un año. Hasta que Ana me dijo:

-¡Muy bien! Ahora bajaras. Comerás entre 500 y 530 kcal- Me exigió Ana por lo que lo convertí asi:
Pollo: 85 kcal
Calabaza: 24 kcal
Zanahoria: 42 kcal
Pasta cocida : 368 kcal
Calorías totales: 519 kcal

La pasta a veces la eliminaba para variar las calorías. Ana decía que eso era bueno para que mi cuerpo no se acostumbrara.

Me pesaba 2 veces al dia y ya no salía. Ni siquiera se tomaban la molestia de invitarme pues nunca iba. Me daba miedo salir a la calle pues casi me desmayo en el metro 2 veces estando sola, otra por estar enferma de gripa, y otra por el calor, o eso creí. Siempre tenía frio y aparecieron ojeras en mis ojos. También tomé un color amarillo pálido horrible. Hacer cualquier esfuerzo me provocaba mareos, se me bajaba a presión y me corazón comenzó con arritmias. Asi llegue a los 52 Kg a los 3 meses de consumir 500 kcal diarias.

Pero ya no podía mas. Me sentía muy mal, muy triste y a pesar de que hacia lo que Ana me pedia, ella me seguía diciendo que estaba gorda y me veía en el espejo y veía que era cierto, lloraba hasta quedarme dormida y al siguiente despertaba llorando. No encontraba la razón para seguir viviendo, aquella mujer perfecta que Ana prometió, no estaba, seguía gorda, pero ahora sin amigos, alejada de mi familia, sola, sin metas. Muerta de alma. Y encima oír comentarios como “te ves mal estando tan delgada”. Todo esto me mató y apenas tenia 20.

-Esto no fue lo que tú me prometiste, Ana.

-Es que aun no acabamos. Tu peso debe de ser de 45 Kg.

-¡Pero yo ya no puedo, no puedo ni seguir viva, me duele el alma!

-Déjamela, Ana. Es mi turno- Interrumpió Mía.

-¡No, ya déjenme!- pedí

-Es que Ana es muy exigente. Yo no, conmigo no vas a tener hambre, puedes comer todo lo que quieras porque no vas a engordar.

-¿Y cómo logras eso?

-Fácil, solo aprende que no comerás nada sin pagar todos y cada uno de tus pecados, toda y cada una de las calorías las vas a eliminar. Así que ve y come todo lo que puedas.

Comí, sola, como nunca en mi vida: pan, cereal, tortillas, galletas, palomitas, miel, hot cakes, hasta que el malestar me hizo parar. El dolor en mi estomago hizo que parara y sentí haber traicionado a mi amiga Ana. Lloré y lloré, me sentí sucia y muy mal.

-¿Ahora qué?- le pregunté

-Tu penitencia es vomitarlo todo.

-Pero quizás no pueda, debido a la operación el doctor dijo que probablemente ya no podría vomitar ¿ahora qué? ¿Todo está perdido? ¡Voy a subir como 5 Kg por tu culpa!

-¡Inténtalo¡

Duré 3 horas queriendo vomitar y no pude. Lloraba y me sentía muy mal de haberlo hecho. Sentí que era el peor error que había cometido, me veía en el espejo y veía como todo lo que me había comido me iba haciendo más gorda cada segundo. Al final Mía me dijo:

-Todavía te quedan 3 opciones: laxarte, ayunar o hacer ejercicio.

Ayuné 24 hrs e hice 3 horas de ejercicio. Poco a poco llené la alacena con cereales principalmente para cuando me ganara la ansiedad, pero también me sentía peor por no poder deshacerme de todo lo que comía. Me repetía mil veces que ni eso podía hacer bien.

Y así han pasado estos últimos 2 años, ahora tengo 22 y peso 60 kg. Vivo con atracones que concluyen en un sentimiento horrible y golpes en el estomago, ayunos de entre 24 a 40 (eso sin contar que Ana me dejo la manía de NUNCA desayunar), ejercicios, culpabilidad y llanto. Asi han pasado, casi sola, sin salir a fiestas ni reuniones, huyendo de las comidas pues solo puedo comer frente a 5 personas que son de mi confianza: mamá, papá, hermana, y abuelos. Sintiéndome mal después de comer (física y mentalmente). Llorando, con ideas de suicidio, hiriéndome, ideando formas de provocar dolor, etc.

Habia oído de la anorexia y la bulimia. Era algo simple: si no comes eres anoréxica, si vomitas todo lo que comes eres bulímica. Y no es asi. La anorexia es un transtorno alimenticio (TA) que se identifica por ingerir muy pocas calorías, pero sobre todo por contarlas todas y sentir culpa al comer. La bulimia es un TA que se caracteriza por comer grandes cantidades de comida en un corto periodo de tiempo a escondidas y no tener el control de parar de comer y después aplicar un método para evitar engordar: como el vomito, los laxantes, el ejercicio excesivo o el ayuno y también viene acompañado de un sentimiento de culpa después de ingerir el alimento.

Es por esto que yo nunca me di cuenta de que estaba enferma y que lo que hacía me estaba matando. Intento entrar a tratamiento, pero la verdad es que solo he ido una vez (puesto que aun siento que no puedo traicionar a Ana y a Mia, es algo muy complejo), la cual me confirmaron que tengo bulimia, y analizando el pasado llegue a la conclusión de que tenia anorexia. Llegue a pesar 52 Kg y sentía que me faltaba bajar 3 Kg, pero estoy casi segura que si hubiera llegado a pesar 49 Kg, seguiría queriendo bajar otros 3 Kg. Ahora (como ya dije) peso 60 Kg, mi prima es nutrióloga y dice que mi peso ideal es entre 55 y 65 Kg, pero yo me sigo viendo gorda. Ese es otro síntoma, que a pesar de ser delgados, las personas con TA se sienten gordas.

Le comenté a la psicóloga q nadie me creería que tenia bulimia puesto que yo no soy tan delgada.

La psicóloga me dijo:
“La extrema delgadez no es un síntoma de un TA, mas bien es un signo de que la persona esta grave”

Espero esto les sirva de información para prevenir estas enfermedades tan duras en ustedes y es sus seres querido. Porque Ana y Mia no solo se llevan la grasa: se llevan tu alma, tus amigos, tus risas, tu mente, tu felicidad, etc… pero sobre todo se llevan tu vida entera.

6 comentarios:

Princesse dijo...

Amiga! Como habrás visto soy tu seguidora nº1. Mientras espero que regreses, te voy a escribir. La verdad es que me da mucha stisfacción que hayas abierto este blog. Digo porque hoy por hoy circulan tanta información falsa. En realidad las personas no saben, en verdad, qué son los TCA. Además, como bien decías vos, estamos enfermas, y la mayor parte del tiempo no tenemos consiencia de esa enfermedad!!! Porque llega un punto tal que manipula nuestra vida, se vuelve parte de nosotras mismas, nos corrompe. A veces, siento que soy sólo un TCA, y nada más.
Por otro lado, leo las cosas que has vivido, muchas de las cuales me las has contado... y muchas otras me las imaginé. Y no puedo evitar sentir una punsada de dolor.. porque yo te quiero y deseo con todas mis fuerzas que puedas seguir para adelante.. estoy segura que vas a poder amiga. Juntamos vamos a poder!!!!!

Te quiero, y gracias por TODO.

Anónimo dijo...

sofia!!
hello gracias por apoyarme
en lo de mi tratamiento y al ayudarme a buscar una clinica grax
es mas ya hasta te quiero
espero que tu tambien te logres curar ya que eres una persona super mega especial y creeme que no estas gorda y si tu alguna vez piensas que lo estas dite no no lo estoy solo estoy pasada de buena
jaja te quiero
bye

Anónimo dijo...

Pues q te puedo decir; la vida no es tan facil como creemos;nosotros mismos somos nuestros peores enemigos; a veces es mas facil satisfacer a los demas q satusfacernos a nostros mismos; pero aun asi... me alegra que ya te hallas dado cuenta que es lo q te etsa haciendo daño;

Atte; Azael

P.D. ya has tu cita!!!!!

PipiStona dijo...

Bueno supongo q la historia d todas las personas q tienen estas enfermedades es parecida...
pero bueno me hizo bien leer esto...ahora entiendo d otra forma el xq no queres ir a la fundacion,aunq obviamente ya lo sabia pero bueno ahora es como q cai a la realidad y q yo misma me dejo estar y tarde mucho en ir al medico a ver si me encontraron algun lugar para el tratamiento pero bueno el martes tengo turno y voy a ir para q me mande a un psicologo xq ya no aguanto mas necesito descargarme y a un nutricionista para q me de una dieta sana xq mi cuerpo esta debil y no soporta mas q lo maltrate y mi esofago ni hablar....todos los dias me estoy descomponiendo...el viernes cuando volvi d un recital d los RATONES PARANOICOS,una banda de rock and roll de aca...VOMITE LA BILIS DE NUEVO!!!=S pero esta vez sin sangre...no se igual sigo con los dolores y todo asi q me queda esperar hasta q vaya al medico.
bueno te kiero y te felicito x este blog.=) y ya me hice seguidora.

un besito


pipi

PipiStona dijo...

Bueno es ya costumbre para mi tener q dejar d ir a muchos lugares x culpa d estas enfermedades d mierda...yo no creo mucho en eso d las amigas Ana y Mia...para mi es una enfermedad d la mente y punto...no me enferme x querer ser perfecta...me enferme x querer bajar d peso para mejorar mi salud y estar en forma...
obvio que quiero ser flaca...pero la perfeccion no existe...
y si ...llegue a mi meta...pero despues tuve q volver a comer y lo unico q recupere son kilos...xq nadie me va a devolver todo lo q deje en estos 3 años y tampoco mi salud q hoy en dia esta en peligro...
pero bueno...
no hay otra q seguir xq la vida es dura pero tambien tiene cosas buenas y yo x lo menos agradezco estar rodeada d gente tan buena como mi novio,mi hermana,mi mama y ustedes 3 q todos los dias me hacen sentir q no estoy sola en esto.
y vos tmb tendrias q darte cuenta d eso...
lo mas probable es q nunca en la vida t vea...
pero siempre t voy a entender mas q otras personas
xq cada vez q t pase algo como lo d ayer...tenes q pensar q en algun lugar del mundo estamos Ann,Princesse y yo sintiendo el mismo dolor.


te quiero.
espero q todo mejore para vos

besitos


Pipi

Princesse dijo...

Bueno, luego de leer los comentarios de Pipi no puedo dejar de escribir.Simplemente quiero afirmar lo que dijo en cuanto a que siempre vamos a estar nosotras tres pensando en vos y deseando de todo corazón que estes bien, y lo más importante, muy pocas personas te van a entender como lo hacemos nosotras. Porque también nos pasan cosas muy semejantes a las tuyas.. yo creo que esas son las cosas más importantes que me han dado ustedes: fortaleza y entendimiento. Gracias, una y mil veces gracias.